El nuevo modelo de Gestión Clínica adelgazará la estructura directiva y otorgará más protagonismo al profesional

editor Equipo editorial última modificación 18/11/2010 16:51

La consejera de Salud ha inaugurado el VIII Encuentro de Procesos Asistenciales Integrados que ha reunido en Sevilla a más de 1.400 profesionales sanitarios.

La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía dará un nuevo impulso en 2010 al modelo de Gestión Clínica a través de un Decreto que se está terminando de articular y que establecerá el marco normativo que permitirá dar mayor protagonismo al profesional y adelgazar la estructura directiva de la organización. La normativa favorecerá un nuevo escenario en el que propiciar la implicación de los profesionales en la gestión, la multidisciplinariedad del equipo, la descentralización o las decisiones junto al ciudadano, orientada a la mejora en la calidad asistencial.

Así lo ha manifestado la consejera de Salud, María Jesús Montero, durante la inauguración del Encuentro de Procesos Asistenciales Integrados que, en su octava edición y bajo el lema 'Procesos Asistenciales que construyen la Gestión Clínica', ha reunido en Sevilla a más de 1.400 profesionales sanitarios.

El decreto previsto incorporará como patrón de referencia el modelo ya existente en las empresas públicas, así como la experiencia desarrollada en Atención Primaria. Su objetivo es conformar un nuevo sistema sanitario en red de Unidades de Gestión Clínica, que estarán integradas por profesionales que trabajarán por áreas de conocimiento, con la flexibilidad suficiente para resolver con la mayor eficacia las necesidades concretas que la ciudadanía exige en cada punto de la sanidad. En palabras de la consejera, "se camina hacia la posibilidad de hacer realidad el liderazgo trasversal de los profesionales".

La Gestión Clínica es un modelo organizativo por el que Andalucía lleva apostando desde hace una década, y que se concreta en unidades funcionales en las que los profesionales, reunidos en un equipo multidisciplinar, adquieren un compromiso de autoorganización y gestión de los recursos necesarios y disponibles, para facilitar una atención sanitaria integral y segura a la ciudadanía. Todo ello de acuerdo a los mismos valores de accesibilidad, equidad y transparencia del propio sistema sanitario. Así, se trata de un modelo basado en la horizontalidad, la flexibilidad y la coordinación que, como ha recordado la consejera, "tiene en cuenta el trabajo en equipo, la autonomía de los profesionales y la descentralización en la toma de decisiones para la gestión de los recursos disponibles".

Actualmente, el Sistema Sanitario Público de Andalucía ya está organizado en unidades de gestión clínica en la totalidad de la atención primaria y la salud mental, y se está incrementando en las unidades de atención hospitalaria, con el objetivo de que en dos años el modelo esté extendido definitivamente.

Concretamente, la organización sanitaria cuenta a día de hoy con 781 unidades de gestión clínica, de las que 303 han sido creadas en atención hospitalaria (6 están integradas por más de un hospital), 46 son además unidades interniveles (aúna atención primaria y especializada), y 137 están compuestas por más de una especialidad. Esto se traduce en que casi 50.000 profesionales sanitarios; es decir, el 60% del conjunto de la plantilla, forma parte y trabaja de acuerdo al modelo de unidades de gestión clínica, lo que pone de manifiesto es que se trata de "una apuesta en la que no hay marcha atrás" en palabras de la titular del ramo.

Las unidades de gestión clínica constituyen el núcleo donde se desarrollan otras herramientas de calidad, como los planes integrales, las competencias profesionales, las estrategias de cuidados o los procesos asistenciales.

Procesos Asistenciales Integrados

Durante el encuentro, la consejera de Salud se ha referido al modelo de Procesos Asistenciales Integrados como un "elemento que ha dado el necesario soporte a la Gestión Clínica" de la que, además, se ha constituido en "piedra angular".

El modelo de Procesos Asistenciales Integrados es una estrategia de calidad puesta en marcha por la Consejería de Salud, orientada a centrar la atención en el usuario, implicar a los profesionales como principales protagonistas, garantizar una práctica clínica acorde con el conocimiento científico disponible y evaluar los resultados obtenidos. Específicamente, pretende ofrecer una atención homogénea al paciente, independientemente del centro en que la reciba y del profesional responsable en cada momento. Para ello, en cada proceso quedan definidos los diferentes elementos, recursos y tecnologías que intervienen en la atención de un paciente según su problema o circunstancia de salud, desde quién le atiende hasta cómo se realiza esa asistencia, pasando por el momento y lugar en que se presta.

Actualmente, se han implantado en el Sistema Sanitario 50 procesos asistenciales integrados y 3 de soporte, lo que sólo en atención primaria beneficia a cerca de dos millones de usuarios. Gracias a este modelo, se ha conseguido "disminuir, día a día, la variabilidad en una práctica clínica cada vez más compleja y especializada, garantizar la continuidad de la asistencia y, sobre todo, que los ciudadanos reciban un servicio personalizado y de calidad", ha explicado Montero.

Por otra parte, los procesos no responden a un modelo rígido y estático sino que se adaptan a las nuevas necesidades de la ciudadanía e incorporan las distintas estrategias que se van poniendo en marcha en la sanidad pública. En 2008, la Consejería de Salud comenzó a rediseñar el modelo de Gestión por Procesos Asistenciales Integrados con el fin de que esta herramienta incluyese las mejoras estratégicas que han ido surgiendo desde su puesta en marcha en el año 2000. Entre dichas mejoras, cabe destacar las nuevas competencias enfermeras y planes de cuidados, la estrategia de uso racional del medicamento, la de seguridad del paciente o la integración de la evidencia científica, la investigación y el conocimiento.

Así, los nuevos procesos cuentan, entre otros, con elementos como los 'cuidados enfermeros' que permiten proporcionar una atención más personalizada, incorporando planes de cuidados específicos; la estrategia de 'uso racional del medicamento', que supone la base para la prescripción y utilización eficiente de fármacos; o la 'práctica clínica segura', con la que se persigue minimizar los riesgos y mejorar la seguridad del paciente a su paso por cualquier punto del sistema sanitario, especialmente en zonas o áreas clínicas determinadas como UCI, quirófanos, paritorio, laboratorio, radiología, etc.

Para incorporar las mejoras mencionadas, se ha elaborado la 2ª edición de la Guía de Diseño y Mejora Continua de Procesos Asistenciales, una herramienta que marca la metodología que se ha de seguir en la confección de los nuevos procesos así como la actualización de los ya existentes. De éstos, cinco ya han sido renovados (Riesgo Vascular, Sepsis, Diabetes, Cáncer de Cérvix y Ansiedad, Depresión y Somatizaciones), y nueve se encuentran en proceso de cambio (Asma, Bloque Quirúrgico y procesos oncológicos).

Una década de estrategias de calidad

En el marco del encuentro, la consejera de Salud ha realizado también un balance y valoración de los "resultados tangibles" que se han podido constatar tras una década de estrategias de calidad. Durante estos diez años, y a través de dos planes específicos, se ha impulsado herramientas como la Gestión Clínica, la Gestión por Procesos, la Gestión por Competencias o los planes integrales.

En este contexto, Montero ha recordado que la mejora en la calidad de la asistencia sanitaria ha supuesto a su vez una mejora palpable en la riqueza de la región ya que "los estudios avalan que la salud afecta al crecimiento económico de forma positiva".

Asimismo, ha constatado que la senda estratégica de la calidad ha conducido a que la Comunidad andaluza haya sido una de las primeras en garantizar una serie de derechos de tercera generación "que hoy por hoy constituyen una de las señas de identidad de Andalucía". Es el caso de la garantía de tiempos de demora máxima para intervenciones quirúrgicas o pruebas diagnósticas; el examen médico anual para mayores de 65 años; la segunda opinión médica para más de 900 enfermedades; el testamento vital; el diagnóstico genético preimplantatorio, o la dignidad de la persona ante el proceso de la muerte, entre otros.

 

Por último, la consejera ha anticipado que actualmente la Consejería de Salud está diseñando nuevas actuaciones de calidad que verán la luz y se materializarán el año próximo.

eza de la región.

 

3/12/2009

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