Cuatro equipos de Sacyl atenderán a domicilio a los enfermos terminales

editor Equipo editorial última modificación 19/11/2010 11:46

La Consejería de Sanidad suprimirá la derivación de pacientes a la privada y destinará a cuidados paliativos once camas del Clínico y diez del Río Hortega

A la dureza de vivir, y saberlo o sospecharlo, los últimos días, al dolor de la enfermedad junto al temor de la muerte se une en ocasiones la ausencia de ayuda, de cuidados que atenúen las últimas fechas aún escritas en el calendario tanto para el enfermo terminal como para su familia. La 'buena muerte' es un concepto ya recogido en la época medieval pero es en la década de los ochenta cuanto la regulación y la dotación de recursos llega al sistema sanitario.
Sin embargo, la descoordinación y la escasez de recursos impiden que esta ayuda llegue siempre. Castilla y León tenía hasta ahora esta asignatura pendiente, en este sentido le llevaban la delantera la mayoría de las comunidades. En la actualidad, la Consejería de Sanidad ya ultima la puesta en marcha de una estrategia que se prolongará hasta el año 2012 y que supondrá una importante reorganización e incremento de recursos para acercar estos cuidados paliativos a los 1.562 enfermos terminales susceptibles cada año de este tipo de ayuda -6.931 en toda Castilla y León-. Un cálculo que ha sido realizado pro parte de la Junta en función de los datos de mortalidad de enfermedades como el cáncer y otros de tratamiento prolongado y malos pronósticos como insuficiencias coronarias o renales, demencias o estados terminales del sida.
Valladolid dispone actualmente de dos equipos de atención a domicilio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), de 20 camas concertadas en el centro privado Benito Menni y de una asistencia desde Atención Primaria para pacientes inmovilizados que da cobertura anual a 1.050 personas. El nuevo plan prevé crear cuatro equipos de soporte de atención domiciliaria -dos por área de salud- que tendrán una ratio de 395 pacientes atendidos al año el Este y de 386, el Oeste. Esta dotación pública «sustituirá y suprimirá a la tradicional de la AECC y lo hará en enero del 2011 tras finalizar la relación contractual en diciembre del ejercicio anterior», explica el director de Asistencia Sanitaria, José María Pino. «La propia organización no gubernamental ha querido extinguir esta relación para centrarse en otros tipo de asistencia», añade el responsable sanitario.
En cuanto a camas hospitalarias, la provincia carece de dotación pública. Sacyl destinará 11 camas a una nueva unidad en el Clínico y otras 10 para el homólogo servicio del nuevo Río Hortega para estos pacientes que precisan sedación y cuidados específicos que garanticen la mejor calidad posible de vida hasta que llegue la muerte.
Sin conciertos
La puesta en marcha de estos servicios hospitalarios también sustituirá el concierto con el hospital privado Benito Menni; pero, en este caso, aún no hay fecha de entrada en funcionamiento «porque depende de la disposición presupuestaria, en plena época de crisis... lo deseable sería que pudieran abrirse en el marco de la estrategia, es decir, antes del 2012», destaca José María Pino.
En toda la comunidad serán 103 las camas hospitalarias frente a los 68 actuales.
La estancia media en la unidad no superará los 18 días, «salvo situaciones en las que concurran circunstancias excepcionales». Además, las consultas externas y de Hospital de Día podrán relacionarse con dichos servicios.
Un equipo multidisciplinar formado por médicos, enfermeras y auxiliares, además de psicólogos y trabajadores sociales, con formación específica, apoyará a los de Atención Primaria para implantar un sistema de atención integral y continuada de los enfermos terminales o que presenten una limitación funcional, en sus hogares. La asistencia no se limitará al afectado sino que llegará a cuidadores y familiares. Similar composición tendrán las unidades hospitalarias que darán asistencia directa a los pacientes con enfermedad avanzada o terminal y de alta complejidad. Este equipo no sólo contribuirá a la mejora del afectado sino que apoyará a los responsables directos del caso a la par que, cuando sea posible, facilitará el retorno al domicilio y a los cuidados desde Primaria. Especialistas en Oncología, Medicina Interna, Geriatría y Medicina de Familia, según la demanda asistencial, configurarán el equipo médico de la unidad.
Camas
Estas unidades, que también se crearán en Burgos, con 14 plazas, dado que es la única provincia junto a Valladolid que carece actualmente de tal dotación, dispondrán de camas específicas de paliativos, que aseguren una hospitalización con las adecuadas garantías de intimidad y comodidad para el paciente y que permitan además la presencia de la familia. También en este caso desaparecerá la dependencia de la privada.
Crecimiento
Las necesidades en cuidados paliativos van además en aumento. La medicina ha experimentado enormes avances científicos y tecnológicos en los últimos tiempos; lo que contribuye, junto con otros factores, a incrementar la esperanza de vida de la población, según puntualiza el documento que recoge la Estrategia Regional de Cuidados Paliativos de Castilla y León 2009-2012. Actualmente, la esperanza de vida en Castilla y León está en 81,28 años, por encima de la media española, del 80,23. Este aumento conlleva un aumento de patologías crónicas y degenerativas que, con cierta frecuencia en su fase final, requieren cuidados paliativos. El sistema sanitario ya no tiene que responder sólo con tratamientos curativos sino mitigantes.
Calidad de vida
Concreta y define este informe que «los cuidados paliativos se ocupan del estudio y atención a los pacientes con enfermedad activa, progresiva y avanzada, para los cuales el pronóstico vital está limitado y la atención debe centrarse principalmente en la calidad de vida», dada la escasa posibilidad de respuesta a tratamientos específicos.
Estos servicios incluyen la ayuda a la familia para sobrellevar el duelo y «son aplicables de forma precoz y con un enfoque de continuidad en el curso de la enfermedad en conjunción con otros tratamientos que pueden prolongar la vida, tales como quimioterapia o radioterapia, e incluyen aquellas investigaciones necesarias para comprender mejor y manejar situaciones clínicas muy complejas».
 

3/11/2009

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