Los centros geriátricos: solución a la saturación

admin Administrador OPIMEC última modificación 30/09/2009 14:34

Dotar a los centros geriátricos de más camas y recursos y darles una línea directa con el centro de salud y los hospitales a través de unidades de pluripatología, todo ello gestionado por una 'superconsejería' de Sanidad y Asuntos Sociales. Es la propuesta que la Semer está haciendo a las comunidades, y que empieza a calar.

Lucía Barrera, Madrid

En España la población mayor de 65 años supera el 17 por ciento, una proporción que se incrementará con los años. Teniendo en cuenta que gran parte de los pacientes que entran en urgencias en los picos asistenciales son personas mayores que sufren complicaciones, mirar hacia la atención geriátrica es casi un reflejo.

En la búsqueda de fórmulas para desaturar las urgencias, medidas como el refuerzo de las plantillas no son válidas en la actualidad debido al déficit de especialistas. Así lo ponen de manifiesto los médicos (ver GM, nº 275) de los servicios de urgencias hospitalarias y de atención primaria, que observan la situación con resignación.

Sin embargo, parece que hay aún iniciativas que tomar. Desde este punto de vista, la Sociedad Española de Médicos de Residencias (Semer) pone el acento en que una mejor dotación de los centros geriátricos contribuiría de manera importante a la desaturación, una propuesta que han presentado a varias comunidades autónomas y que parece estar calando. Es el ejemplo de Castilla- La Mancha, donde al haberse fusionado Asuntos Sociales y Sanidad en una misma consejería, la fluidez entre hospitales y centros de salud con los centros geriátricos ya está dando sus frutos.

En el mismo camino va la Comunidad de Madrid, que ya ha creado una unidad de pluripatología en el Hospital 12 de Octubre —que empezó con 12 camas y ya cuenta con 25— y que ha mostrado su intención de mantener reuniones con Semer. Mientras, Cataluña "está a la expectativa" y en Castilla y León, Galicia y Asturias se están iniciando conversaciones. "Esto será como una mancha de aceite. Madrid y Castilla y León están siguiendo los pasos de Castilla-La Mancha —porque Extremadura se ha quedado a medias— y una vez que las demás comunidades vean los frutos, tendrán que implantarlo", señala Alberto López Rocha, presidente de la sociedad, al tiempo que indica que de una vez por todas las consejerías de sanidad y asuntos sociales deben fusionarse.

De este modo, en el caso del 12 de Octubre, los centros geriátricos pueden ponerse en contacto con las unidades de pluripatología para referenciarle un paciente al que se le deben realizar unas pruebas concretas —tienen preferencia a la hora de las pruebas— y en el 85 por ciento de los casos se evita el ingreso hospitalario y se les deriva nuevamente a los centros geriátricos. Esto da agilidad al paciente en el medio hospitalario, evita ingresos por la espera de pruebas diagnósticas y las camas de estas unidades tienen una estancia media de 1-2 días, si bien, si después de las 15 horas no tienen previsión de llenar esas camas, las ofrecen a las urgencias. Pero además, la unidad también puede contactar con sus centros geriátricos para negociar un traslado transitorio de un paciente del hospital abonando el centro el gasto, lo que sale más barato que mantenerlo en el hospital. "En el centro hospitalario debe haber un enlace con la residencia", apunta López Rocha.

De la misma forma, Semes apuesta por que los centros geriátricos tengan a disposición de sus áreas correspondientes, y dependiendo de sus hospitales de referencia, unas camas disponibles para aquellos pacientes que no requieran unos cuidados intensivos, sino un seguimiento de tratamiento. Según los cálculos de Semer, esto contribuiría a un importante ahorro, ya que el coste medio de ingreso diario en un hospital se sitúa en 500 euros día, mientras que una cama en un centro geriátrico no llega a los 80 euros, por lo que el coste de cama bajaría cinco veces.

Por otro lado, se brinda a las consejerías la posibilidad de que en estos centros hubiera consultas abiertas para este tipo de población, descargando también a los centros de salud.

De este modo, habría que establecer unos recursos mínimos —para públicas, privadas y concertadas— asociados a esas camas en los centros geriátricos tales como oxígeno, cámaras de aspirado, un electrocardiograma básico y la posibilidad de extraer muestras que se enviarían a centro de especialidades para su análisis. En cuanto a profesionales, habría que contar con un médico cada 100-110 pacientes y una enfermera por cada 60, además de los auxiliares. "Evidentemente no hay que dotar a los centros geriátricos como si fuesen hospitales, pero sí de mejores recursos para evitar las avalanchas a los centros de primaria y especializada. La inversión es mínima", acota el presidente de Semer.

Fallo en Dependencia

La falta de conexión sociosanitaria es lo que está lastrando, a juicio de López, la Ley de Dependencia y haciendo que los usuarios se encuentren con numerosas trabas burocráticas. Así, pese a que la propia ley reconoce que las personas dependientes necesitan una labor asistencial y no sólo social, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales —y ahora el de Educación, Política Social y Deporte— ha sido el encargado de desarrollarla. "No se introdujo a Sanidad por cuestiones políticas, pero contando con lo asistencial, el coste sería menor", subrayó.

Geriatras en los hospitales

Tener unidades de Geriatría en los hospitales sería otra solución a adoptar, según la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (Semeg), ya que aumenta la posibilidad de que el paciente vuelva a su domicilio y se mantenga en él por lo menos durante los tres meses siguientes. Éstas son las conclusiones de un estudio español publicado en British Medical Journal que muestra que los pacientes ingresados en estas unidades tienen un deterioro funcional al alta del 18 por ciento y una probabilidad del 30 de volver al domicilio previo con respecto a las unidades de agudos.

No obstante, según Semeg, sólo un 12 por ciento de los hospitales españoles cuenta con unidades geriátricas de agudos y sólo el 30 por ciento con dispositivo asistencial geriátrico. En concreto, en la red hospitalaria el déficit de camas en unidades de patologías agudas oscila entre el 80 y el 93 por ciento (unas 4.300 camas) y en camas dirigidas a la recuperación de la incapacidad funcional, las carencias están entre el 46 y el 76 por ciento, lo que supone la falta de 3.800 camas.


El ministerio da un paso hacia la especialidad


Sanidad empieza a dar muestras de buena voluntad en lo que a la creación de la especialidad de urgencias se refiere. Así, el lunes pasado el ministerio propuso en la reunión de la comisión técnica de troncalidad que se debatiese en qué tronco se iba a incluir la especialidad, según le comunicó Alberto Infante, el director de Ordenación Profesional, a la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (Semes). De este modo, según explicó Tomás Toranzo a GM, el tema se discutirá por primera vez en la próxima reunión de la comisión que tendrá lugar a mediados de febrero. En caso de que se llegase a un consenso al respecto sobre la propuesta inicial, que sería incluirla con médico de familia, iría al pleno de la Comisión de Recursos Humanos, que sería en marzo. Si se aprobara, el próximo paso sería crear el plan de la especialidad, si bien, desde Semes se insiste en que ello se puede hacer independientemente de cómo avance el sistema de troncalidad. "Si ya se determina el tronco ya no le queda excusa al ministerio para no crearla, esperemos que no haya otra paralización", subrayó Toranzo. Entre tanto, la sociedad continúa reuniéndose con los consejeros. La semana pasada fue la consejera navarra María Kutz quien brindó su apoyo —al igual que ya lo hiciera el consejero extremeño— a la defensa de la especialidad. Semes le solicitó que le haga ver al ministerio la necesidad de ésta en aras de la calidad asistencial y la mejor formación y planificación.

 

1/02/2009

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