Es evidente que es preciso un lenguaje común donde diferentes disciplinas que atienden a las personas en esta situación se vean representados.

saludos

clara

Es absolutamente necesario que exista un lenguaje común, consensuado, que todos hablemos de lo mismo para poder poner en marcha actuaciones especificas

Parece que no ofrece ninguna duda que un lenguaje universal utilizado para todos los pacientes redundara en beneficio del paciente , pero también en beneficio de todos los profesionales que intervienen para proporcionar una atención de calidad 

Deacuerdo con el comentario pero el problema es parecido al que se puede ver con los cuestionarios que miden calidad de vida, hay muchos por no decir muchisimos (en la actualidad hay cerca de 1400 instrumentos publicados y que se han utilizado en diferentes estudios) y cada vez aparece uno diferente.

el desarrollo de herramientas de valoracion y pronostico de complejidad, reingreso o muerte de los apcientes con ploripatologia nos debe permitir la estratificacion del riesgo de estos pacientes y rediseñar nuestra organizacion y asistencia sanitaria para aplicar las mejores practicas en los pacientes con mayor riesgo, priorizando nuestras actuaciones, en un enfoque multidisciplinar e intersectorial

Desde mi punto de vista el concepto de pluri-polipatología engloba y define muy bien al tipo de paciente que vemos hoy, me refiero al paciente anciano con varias enfermedades crónicas complejas, frágil y dependiente. El hecho de que existan unos criterios establecidos nos ayuda a detectarlos, clasificarlos y compararlos. 

A penas existen estudios sobre pacientes ancianos y con múltiples enfermedades crónicas, utilizar un mismo lenguaje y una misma clasificación nos facilita la tarea. 

El concepto y sus criterios objetivos son actuales, reflejan la realidad de la asistencia y nos permitirá hablar un lenguaje común. 

La utilización de un lenguaje común es un aspecto de primer orden en el manejo de las diferentes situaciones a las que vamos a enfrentarnos los profesionales sanitarios. Tanto es asi que cuando contactamos por ejemplo con un paciente pluripatologico, o con comorbilidad o polimedicado, la base de nuestra actuación va a depender del concepto y de los criterios en los que enmarcamos a esos pacientes, y si este no es el mismo para los diferentes profesionales, e incluso si es diferente para los diferentes partes del sistema (nivel primario-nivel hospitalario-nivel social) vamos a contribuir a una mayor fragmentación de la atención, dado que el mismo paciente va ser visto con "diferentes caras dependiendo de las gafas con las que lo miremos"

Sí que es cierto, para plantear dar soluciones a un tema tan complejo como éste, y que probablemente evolucione a mayor complejidad, hay que establecer bases consistentes, que permitan que la estructura multidisciplinar se vaya formando.