Comentarios de Unidad 4. La pluripatología

Lectura 2: "Manejo del paciente pluripatológico"

El manejo clínico de pacientes pluripatológicos (PP) es una tarea cada vez más frecuente en la cartera de servicios de profesionales sanitarios. Un manejo homogéneo e integral mejorará la calidad de vida de pacientes y de sus personas cuidadoras. Es por ello, que estimamos que la formación de profesionales que trabajan en el ámbito de la salud y la enfermedad tiene gran importancia.

Sin embargo, la organización actual de la atención sanitaria en niveles asistenciales que diferencia la atención sanitaria de la social y separa la atención primaria (AP) de la atención hospitalaria (AH), trae consigo un grave problema de integración de la práctica clínica que ha sido detectado en todos los modelos sanitarios. A esta situación se añade, en nuestro país, la descoordinación entre las diferentes administraciones públicas titulares de los servicios de salud. Este desencuentro afecta especialmente a pacientes crónicos al ser los más necesitados de intervenciones fundamentadas en la coordinación intersectorial y en la atención integrada.

En la Conferencia nacional para la atención al paciente crónico celebrada en Sevilla en 2011(1) para mejorar la organización de la atención al paciente crónico se proponía:

Para el manejo clínico de PP cada profesional debe conocer cuáles son sus tareas en cada ámbito de la atención.

 

1. Identificación del paciente.

Identificar como PP a aquellas personas con enfermedades crónicas que cumplan dos o más categorías clínicas según establece la definición del proceso (2). Para ello, los profesionales de sanitarios, en cualquier ámbito asistencial, debe registrar en la historia de salud una señal que permita identificar a esta persona como paciente pluripatológicos, así como las categorías clínicas por las que ha sido incluido. En Atención Primaria será a través de su inclusión en PAI Atención al Paciente Pluripatológico de la aplicación DIRAYA

La identificación de personas con criterios de PP podrá ser realizada y comunicada al médico de familia a través de los sistemas informáticos de la organización mediante metabuscadores diseñados para tal efecto. Será el médico el que revisando la historia clínica confirme o no la presencia de criterios de pluripatología y proceda a la inclusión en el Proceso Asistencial.

 

2. Valoración integral exhaustiva.

Una vez que la persona ha sido identificada se debe realizar una valoración integral exhaustiva (VIE). Esta se concibe como una evaluación del paciente pluripatológico  y/o la persona que cuida con las siguientes dimensiones:

 

Será realizada en el Centro de salud, en el  domicilio o en el hospital en las  siguientes situaciones:

 

Revaloración focalizada: se concibe como la valoración de algunas de las dimensiones de la VIE por eventos significativos que pueden inducir modificaciones en el PAP. Algunas de las circunstancias que motivan una revaloración focalizada son:

 

Su realización será responsabilidad de todos los profesionales sanitarios que participan en la asistencia según el ámbito donde se encuentre el paciente: médico de familia, internista, enfermera de familia y hospitalaria, trabajadora social y farmacéutico de Atención Primaria y Hospitalaria.

 

2.1. Valoración integral.

La valoración integral consta de las siguientes áreas (tabla 1):

Tabla 1: Descripción de la valoración integral del PP por áreas.

Tema2

NOTA: * La presencia de Barthel inferior a 60 o a Pfeiffer con más de cinco errores se consideraran criterios inequívocos de necesidad de una persona cuidadora. Ver texto de este apartado

 

Valoración funcional y de la fragilidad

Se incluirá el diagnóstico de los déficits funcionales, de los factores que influyen en ellos y del riesgo de desarrollo de otros nuevos. Se realizará mediante una entrevista estructurada con el empleo de escalas.

Se evaluará la fragilidad, el riesgo de caídas y la autonomía para las actividades  básicas (Índice de Barthel)  e instrumentales de la vida  diaria (índice de Lawton y Brody) .

Esta valoración clasificará a los pacientes pluripatológicos en tres categorías.

  • Pacientes Pluripatológicos con deficiencia funcional no severa: índice de Barthel inferior a 90 y superior a 60. Se realizará un índice de Barthel completo a aquelos que no sean identificados como autónomos o con dependencia severa. Cuando se detecte una caída del Barthel de 20 puntos se realizará una VIE para intentar identificar las causas del deterioro y la potencialidad de la reversibilidad del mismo.
  • Pacientes pluripatológicos con dependencia funcional severa: índice de Barthel menor de 60. Para identificarlo se puede usar el mini Barthel (19).

 

Valoración del riesgo de caídas

Las caídas son una causa importante de discapacidad en las personas mayores y, a su vez, uno de los desenlaces adversos de la fragilidad. Aproximada-mente un 30% de las personas mayores de 65 años y un 50% de las mayores de 80 años que viven en la comunidad se caen al menos una vez al año(17). Las caídas afectan especialmente al paciente pluripatológico principalmente por su elevada edad y fragilidad.

La valoración anual del riesgo de caídas es una práctica que debe ser integrada en la evaluación de los PP recomendada por revisiones basadas en la evidencia(18)y Sociedades  Científicas(19,20)con el objeto de planificar acciones de prevención e intervención, que pasan por realizar educación para la salud, detectar los propios factores de riesgo y actuar sobre ellos.

 

El Sistema Nacional de Salud en el Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor propone las  siguientes preguntas de cribado(21):

La valoración pronóstica y sus implicaciones será desarrollada en el tema 3 de esta unidad didáctica

La valoración farmacológica será desarrollada en la Unidad didáctica 5 del presente curso.

 

2.2. Autogestión de la enfermedad y activación.

Un enfoque prometedor para mejorar los resultados y reducir los costes sanitarios relacionados con las enfermedades crónicas es la autogestión y la activación, por la cual las personas, en colaboración con los profesionales sanitarios, asumen una mayor responsabilidad en las decisiones acerca de su salud. En el pasado, prácticamente toda la atención médica y la enseñanza sobre medicina la proporcionaban profesionales de la salud, pero hoy en día se reconoce que muchas de las funciones clínicas y actividades educativas las pueden llevar a cabo con eficacia los propios pacientes(22)

 

Adams, Grenier y Corrigan definen la autogestión como las “tareas que un individuo debe llevar a cabo para vivir bien con una o más enfermedades crónicas”(23)

Se evaluará la participación e implicación de los pacientes o de las personas que cuidan con su propia salud, así como, con la organización y el uso de los diferentes servicios sanitarios. Se identifican tres fases: 

La activación es la disposición de conocimiento, habilidades y confianza por parte del individuo para manejar su propia salud y atención sanitaria, de modo que refleja de forma global el autoconcepto que tiene la persona como gestor de su propia salud y su percepción de confianza en ese rol.

 

Estos conceptos incluyen además la noción de confianza y supone que el paciente se haga cargo de la gestión clínica, de la gestión del aspecto social y del emocional. A partir de esta definición, una persona que participa en la autogestión y activación:

 

Para sistematizar la valoración de la autogestión por parte del paciente y su familia se propone:

En el paciente:

En la familia:

 

2.3. Valoración de preferencias y valores

La valoración de las preferencias y valores del paciente y de las personas que cuidan tiene que ser contextualizada en el marco del papel desempeñado en la gestión de su propia salud.  Para garantizar que las preferencias y valores son incorporados es necesario alcanzar la fase de liderazgo compartido.

 

La valoración de las preferencias de los pacientes ha de tener en cuenta los siguientes puntos cita:

  • Fármacos: por ejemplo, la decisión de anticoagulación o la decisión de des-prescripción de fármacos.
  • Exploraciones invasivas: por ejemplo, la realización de endoscopias para la detección de anemias por pérdidas en fases avanzadas.
  • Medidas de soporte: como puede ser la colocación de sonda de alimentación o ventilación mecánica invasiva y no invasiva.
  • Recursos sanitarios: como puede ser el ingreso hospitalario o el ingreso en unidades especiales como la Unidad de Cuidados Intensivos.
  • Recursos sociales: como puede ser la institucionalización.
  • Se aconseja realizar la valoración espiritual en las situaciones de últimos días y en las circunstancias de corto pronostico vital.
  • Se recomienda considerar las diferencias culturales respecto a la espiritualidad.
  • Para iniciarla, si no se ha creado aún un vínculo suficientemente cercano y/o terapéutico, se sugiere utilizar preguntas abiertas, que faciliten un espacio de intimidad y un clima de serenidad, que permiten explorar su mundo interior de forma guiada (29):
    • ¿Qué es lo que más le preocupa?
    • ¿Qué es lo que más le molesta?
    • ¿Qué es lo que más le ayuda?
    • ¿En qué o en quién se apoya en situaciones de crisis?
    • ¿Qué le hace sentir seguro, a salvo?
    • ¿Qué es lo que más valora su gente de usted?

 

3. Modelo de atención compartida

            El  manejo de los PP tras la VIE se centra en el modelo de atención compartida; este es el  modelo de asistencia mustidisciplinar que garantiza la continuidad asistencial en los ámbitos de la Atención Primaria,  Atención Hospitalaria y Atención Social a los  pacientes pluripatológicos y gran parte de los pacientes con necesidades complejas de salud. 

Los elementos que hacen posible dicha atención compartida son:

  • Deterioro significativo de las actividades básicas de la vida diaria (Índice de Barthel menor de 55 puntos); actividades instrumentales de la vida diaria (Índice de Lawton Brody menor o igual a  5 puntos en varones y menor o igual a 3 en mujeres; deterioro cognitivo (Test de Pfeiffer mayor o igual a 5 errores)
  • Cuidados Paliativos / fase final de la vida o Índice PROFUND mayor o igual a 7.
  • Déficit de adherencia, afrontamientos disfuncionales, valores y creencias que resultan perjudiciales para los cuidados o regímenes terapéuticos difíciles de integrar en la vida cotidiana.
  • Dos o más ingresos en el hospital en el último año.
  • Tres o más asistencias urgentes en cualquier ámbito de atención en el último año.
  • Cansancio del rol cuidador o falta de soporte para los cuidados en domicilio
  • Dificulta de acceso a los servicios de salud
  • Exclusión social.

 

 

Todos los pacientes dispondrán de un informe que  reflejen  la condición de paciente pluripatológico, el índice PROFUND y una referencia a las  diferentes áreas de la valoración integral exhaustiva con la reevaluación focalizada que se haya realizado. Igualmente se recogerá si es necesario una revisión del Plan de acción personalizado y las recomendaciones específicas para el mismo incluyendo las referencias a  las indicaciones respecto a cuidados, estilos de vida, hábitos, dietas y otras medidas aconsejadas para el mejor control de las enfermedades crónicas del paciente.

Se emitirá un informe de consulta el mismo día de la visita siempre que acontezca una información relevante, un cambio terapéutico o siempre que se aconseje una revisión o modificación del PAP.

Las Unidades de Medicina Interna dispondrán de Equipos de Soporte de Cuidados Paliativos dirigidos especialmente a pacientes PP paliativos de alta complejidad. La activación de los dispositivos hospitalarios de soporte domiciliario se   realizará a instancias del médico de familia.

 

En relación a los cuidados transicionales tras el alta hospitalaria deben incluir:

En resumen, en esta unidad didáctica hemos presentado de forma sintética el manejo de un PP con el objeto de dibujar el escenario de la situación basal del paciente. En la próxima unidad didáctica abordaremos el cálculo del pronóstico vital del paciente, basándonos en el principio básico de que organizar a los pacientes según su riesgo permite adecuar los programas de intervención la intensidad de los cuidados al nivel de complejidad y establecer un Plan de acción personalizado.

 

 

Bibliografía

 


  1. Ollero Baturone M, Orozco Beltrán D, Domingo Rico C, Román Sánchez, P, López Soto A, Melguizo Jiménez M, et al. Conferencia nacional para la atención al paciente con enfermedades crónicas. Documento de consenso. Sevilla: Mergablum;  2011.
  2. Ollero Baturone M, Álvarez Tello M, Barón Franco B, Bernabeu Wittel M, Codina Lanaspa A, Fernández Moyano A. Atención al paciente pluripatológico. Proceso Asistencial Integrado. Atención a Pacientes Pluripatológicos. 2ª Edición. Consejería de Salud. Andalucía; 2007Integrado. Edición 2007. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/salud/sites/csalud/contenidos/Informacion_General/p_3_p_3_procesos_asistenciales_integrados/pai/atencion_pacientes_pluripatologicos_v3?perfil=org
  3. The Criteria Committee of the New York Heart Association. Nomenclature and Criteria for Diagnosis of Diseases of the Heart and Great Vessels (9ª ed.). Boston: Little, Brown & Co; 1994; 253-6.
  4. Bestall JC, Paul EA, Garrod R, Garnham R, Jones PW, Wedzicha JA. Usefulness of the Medical Research Council (MRC) dyspnoea scale as a measure of disability in patients with chronic obstructive pulmonary disease. Thorax 1999; 54:581-6.
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  14. Martinez de la Iglesia J, Onís Vilches MC, Dueñas Herrero R,  Aguado Taberné C, Albert Colomer C, Arias Blanco MC. Abreviar lo breve. Aproximación a versiones ultracortas del cuestionario de Yesavage para el cribado de la depresión. Aten Primaria. 2005;35:14-21
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  16. Diaz MA, Domínguez O, Toyos G. Resultados de la aplicación de una escala de valoración sociofamiliar en Atención Primaria. Rev Esp Geriatr Gerontol 1994;339-245.
  17. Alarcón T, González-Montalvo JI. La escala sociofamiliar de Gijón, elemento útil en el hospital general. Rev Esp Geriatr Gerontol. 1998;33:178-9.
  18. Robinson BC. Validation of a Caregiver Strain Index. Journal of Gerontology 1983;38: 344-8.
  19. Galindo-Ocaña J, Bernabeu-Wittel M, Ollero-Baturone M, Barón-Franco B,Murcia-Zaragoza JM, Fernández-Moyano A, et al. Reliability of a short questionnaire for the diagnosis of severe disability in polypathological patients attended in hospital setting. Eur J Intern Med. 2013;24:375-81
  20. Guaralnik JM, Simonsick EM, Ferrucci L, Glynn RJ, Berkman LF, Blazer DG, Wallace RB. A short physical performance battery assessing lower extremity function: Association with self-reported disability and prediction of mortality  and nursing home admission. The Journals of Gerontology. Series A, Biological sciences and Medical Sciences;1994; 49: M85–M94
  21. Podsiadlo D, Richardson S. The timed "Up & Go": a test of basic functional mobility for frail elderly persons. J Am Geriatr Soc. 1991;39:142-8.
  22. American Geriatrics Society, British Geriatrics Society. AGS/BGS clinical practice guideline: prevention of falls in older persons. New York (NY): American Geriatrics Society; 2010.
  23. Kiel DP, Falls in older persons: Risk factors and patient evaluation. Uptodate, 201476  
  24. National Institute for Health and Care Excellence (NICE). Falls: assessment and prevention of falls in older people. London (UK): National Institute for Health and Care Excellence (NICE); 2013 Jun. 33 p. (Clinical guideline; no. 161).  
  25. American Geriatrics Society, British Geriatrics Society. AGS/BGS clinical practice guideline: prevention of falls in older persons. New York (NY): American Geriatrics Society; 2010.
  26. Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS. Madrid: Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad centro de publicaciones. 2013
  27. Jadad AR, Cabrera A, Martos F, Smith R, Lyons RF. Cuando las personas viven con múltiples enfermedades crónicas: aproximación colaborativa hacia un reto global emergente. Granada: Escuela Andaluza de Salud Pública; 2010. Disponible en:http://www.opimec.org/equipos/when-people-live-with-multiple-chronic-diseases/http://www.opimec.org/equipos/when-peopl...
  28. Adams K, Greiner AC, Corrigan JM, editors. Report of a summit. The 1st annual crossing the quality chasm summit a focus on communities. Washington, DC: National Academies Press; 2004.
  29. Benito E,  Barbero J, Dones M editors. Espiritualidad en Clínica Una Propuesta de Evaluación y acompañamiento Espiritual en Cuidados Paliativos. SECPAL (Sociedad Española de Cuidados Paliativos). Madrid. 2014.
  30. Benito E, Oliver A, Galiana L, Barreto P, Pascua, A, Gomis C, Barbero J. (2014). Development and validation of a new tool for the assessment and spiritual care of palliative care patients. Journal of Pain and Symptom Managemen.2014; 47:1008-18.

 

Comentarios existentes

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Me ha parecido enriquecedor la lectura de del manejo del paciente pluripatológico. Creo que dentro de poco tiempo, la telemedicina formará parte de nuestro quehacer diario y posiblemente adecuando el coste-efectividad. 

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El planteamiento es muy interesate. Es claro , completo y define bien el papel de cada componente. 

Sería ideal para mejorar tanto la asistencia al paciente  y descarga física y emocional del cuidador como la mejora de la utilización de recursos sanitarios. 

El problema es que con la dotación de personal y la estructura actual de primaria y hospitalaria me parece que aún falta muchísimo para que sea una realidad

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Me parece muy interesante pero a veces hay temas que veo a años luz

 

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Muy clara la secuencia. E ilustrativo.

La telemedicina posiblemente sea el futuro, pero creo que aun no es aplicable de forma generalizada a nuestra realidad...

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Hola Beatriz, hice un máster en este campo, y vi muchas de las experiencias que se están desarrollando en este campo, tanto a nivel nacional como internacional, Todas ellas muy interesantes, aunque todavía pendiente de valorar la eficiencia de la mayoría de ellas, aunque en otros países se habla ya de validez coste-efectividad y parece que en la mayoría, muy positivos.

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Efectivamente, programas y modelos de atención a pacientes crónicos que utilicen la telemedicina como herramienta son numerosos en la geografía nacional.

En Andalucía hay varias iniciativas en este sentido que están en fase de investigación para conocer el impacto en resultados en salud.

En cualquier caso parece que contribuyen a que el paciente y sus familiares tomen mayor conciencia sobre el manejo de la enfermedad.

Ánimo con el curso

Beatriz Pascual

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Creo que es en Valencia, que se está implementando desde hace algun tiempo un modelo de atención a usuarios con patología crónica desde su domicilio a través de la telemedicina. Su principal objetivo, creo recordar que era mantener a estos usuarios de forma tan independiente como fuese posible y así a su vez, mejorar su calidad de vida y los de su alrededor. Todo esto, pretende funcionar de forma eficiente, y por lo tanto, provocar una disminución de ingresos y a su vez,el ahorro en gasto sanitario.

 

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